Es un hecho que enlatar y vender nostalgia es una fórmula que parece funcionar tremendamente bien en estos días; solo hace falta echar un vistazo al mundo del entretenimiento, especialmente a los videojuegos. Sean bienvenidos a este viaje al pasado, acompañados de la mano de la Blizzard Arcade Collection, una compilación de tres títulos icónicos de los inicios de esta compañía cuando aún la conocíamos bajo el nombre de Silicon & Synapse. Para ese momento, muchos de nosotros no teníamos idea de lo que era un videojuego como The Lost Vikings, Blackthorne y Rock N’ Roll Racing.
Es momento de hablar sobre los juegos que son la estrella de todo esto. Al ser tres, los voy a separar e iré comentando uno por uno.
Mecánicas del juego
The Lost Vikings
Empezamos con The Lost Vikings, aquel juego de plataforma que nos cuenta la historia de Erik, Olaf y Baleog, tres vikingos que son secuestrados por aliens y llevados lejos de su hogar. Aquí tendrás que usar las habilidades de estos 3 amiguitos para poder regresar a casa.
En este paquete contamos con 3 versiones del juego: la original, que fue lanzada para SNES en 1993, su versión para SEGA GENESIS, lanzada en el mismo año y que cuenta con 5 niveles más y escenas adicionales, y un modo de 3 jugadores en una versión definitiva que combina todo lo anterior con opción de multilenguaje.
En primer lugar, debo confesar que las plataformas no son lo mío y me costó bastante agarrarle el ritmo a este juego. Esto no es porque hubiera algo que criticar en este aspecto, ya que no pude notar bugs o algún glitch. No obstante, lo único que me resultó un poco incómodo fueron los cambios de pantalla lentos, llegando a desesperarme un poco.
Una vez que te acostumbras al modo de juego, el llevar los 3 personajes resulta bastante fluido. En mi caso jugué con mando y eso probablemente lo hizo más sencillo, aunque deberás coordinar a la perfección a estos caballeros porque cada uno cuenta con una habilidad distinta in-game, como bloquear ataques enemigos, saltar y romper muros, o eliminar amenazas potenciales.
Rock N’ Roll Racing
Y ahora vamos con Rock N’ Roll Racing, que es un título de carreras bastante atípico en mi opinión.
Este juego se basa en atacar a tus rivales en pistas cortas mientras resuenan icónicas canciones de rock, haciendo honor al nombre de este juego. Las pistas tienen pocas vueltas y nulos obstáculos, por lo que se escucha simple y que al final resulta bastante adictivo.
Honestamente me parece una mezcla genial y no había tenido la oportunidad de probar este título, pero sí fue el que más tiempo me consumió durante esta reseña.
Este título también viene en diferentes versiones, 4 para ser exactos: la primera la versión es el juego original para SNES de 1993, la segunda es la del SEGA GENESIS, lanzada un año después, la tercera es la versión 4v4 donde puedes jugar contra el CPU o contra tus amigos, y, por último, la versión definitiva donde podremos encontrar efectos nuevos y tracks de audio en alta calidad.
Blackthorne
Con Blackthorne pasamos del rock a los aliens. Este juego de plataforma vio la luz en 1994 para la SNES y sería lanzado un año después para el SEGA GENESIS, y su versión definitiva disponible en esta colección.
Ahora encarnamos a Kyle Vlaros, quien es enviado a la Tierra de niño para salvar su vida debido a que su planeta natal, Tul, se encuentra en peligro. Junto con él, también envían la piedra de la luz en el afán de protegerlos a ambos de las garras de Sarlac, el comandante de los Ka’dra, una raza de monstruos cuyo origen se remonta a muchos años antes del inicio de esta historia.
El antiguo rey, al no poder decidir entre cual de sus dos hijos heredaría el poder, sacrifica su propia vida y de su cuerpo surgen la piedra de la luz y oscuridad. El guardián de la piedra de luz sería el reino de Androth, mientras que el reino conocido como Ka’dra’suull sería el guardián de la piedra de la obscuridad. Tu misión será volver a casa 20 años después, convertido en un militar entrenado, para liberar a tu pueblo y terminar con la tiranía y, cómo no, tomar venganza contra aquellos que causaron tanto daño.
Este es un titulo de plataformas donde deberás correr, escalar y disparar en todo momento. Dispones de una amplia variedad de objetos como bombas, pociones y llaves en 17 niveles para recorrer, los cuales se dividen en 4 áreas: las minas de Androth, Bosques/Pantanos, Páramo Desértico, y la Torre Oscura. Mientras que la versión de 32 bits para SEGA tiene un área más, Las Montañas Nevadas. En su versión final tienes la posibilidad de Automap y multilenguaje.
Música y gráficos
No porque se trate de una compilación de títulos vamos a dejar de lado el apartado gráfico que es también digno de mención. Algo que tienen en común es claramente la estética original que se mantiene aún en su versión final, aunque es posible notar cambios en las paletas de colores entre las versiones de SNES y GENESIS, y claro está, en las versiones finales que aportan mejoras tanto en gráficos como en la calidad de sonido, sin perder su esencia.
Hablando de The Lost Vikings, cuenta con una paleta de colores alegre y brillante a juego con las graciosas animaciones y enemigos de aspecto gracioso e incluso tierno en ocasiones. Algo que agradezco en este juego es el constante cambio de escenarios y música que logran evitar por completo caer en la monotonía como suele pasar con otras plataformas. La música en este juego complementa de manera adecuada a todas las situaciones que nuestros personajes se enfrentarán.
En cuanto a Blackthorne, aunque podríamos pensar que se trata de algo muy similar, se distingue la diferencia, y creo que me empiezo a enamorar de los juegos en 16 bits: la estética del juego está bastante bien, la paleta de colores es muy agradable y permite distinguir bien cada forma y personaje a diferencia de otros juegos de este estilo en los que a veces se pierden elementos en la pantalla. Se pudo notar una mejora considerable en los gráficos de la versión de SEGA, ya que la paleta de colores es más brillante y limpia. En cuanto a la música, te mantiene con cierta sensación de tensión sin llegar realmente a crisparte los nervios, logrando mantenerte enfocado en lo que estás haciendo y cumpliendo a la perfección lo que la música de un videojuego debe hacer.
Rock N’ Roll Racing en cuanto a sus gráficos simples mantiene un aire de rebeldía y desorden que se hace muy presente, desde el arte de la pantalla inicial del juego y el aspecto de los personajes, todo muy acorde para revelar su punto más fuerte.
El audio de este título es el apartado donde más tela tenemos que cortar. El soundtrack está compuesto de canciones de bandas muy reconocidas, por mencionar algunas:
- Highway Star – Deep Purple (1972)
- Bad To The Bone – George Thorogood & The Destroyers (1982)
- Radar Love – Golden Earring (1973)
- Paranoid – Black Sabbath (1970)
Estas canciones pertenecen a expositores importantes del rock, cuya influencia se ha hecho notar en la música moderna. ¡Solo nos falta Led Zeppelin para tener a la Trinidad Profana del rock británico reunida! En la última versión es notable el cambio en la calidad del audio, lo cual es maravilloso. Si eres fan de estos géneros, vas a disfrutarlo mucho.
Desempeño técnico
Los tres títulos cuentan con compatibilidad con controles, mantienen un framerate estable, y no presentan ningún tipo de error o glitches que afecten la experiencia de juego.
Dificultad y rejugabilidad
En esta ocasión no hay opciones de dificultad escalable. Solo contamos con la dificultad predeterminada en todos los títulos, aunque esto no significa que no exista ningún reto, más aún si el género de plataformas no es tu predilecto, como es mi caso. Debo admitir que me fue difícil, incluso frustrante por momentos, aunque eso no es culpa del título chicos, las manos no vienen con tu compra.
En cuanto a la duración, todos los títulos son relativamente cortos a excepción de Blackthorne, que fácilmente podría consumir 6 horas de juego, a diferencia de los otros dos que podrían terminarse quizás en unas 2 horas. (Disclaimer: solo si no eres yo).
Extras
Algo que todos los juegos incluyen es la posibilidad de modificar la pantalla a tu gusto: pantalla original, versión wide screen y pantalla completa. También puedes aplicar filtros, como el de monitor LCD. Además de esto, puedes aplicar un borde con ilustraciones del juego.
La colección cuenta también con material especial dividido en varios apartados: una sección de arte que contiene ilustraciones de los personajes, otra con fotos de la publicidad de esa época e imágenes de los primeros años de Blizzard como compañía y una última con imágenes de las cajas y manuales de aquellos años, los cuales estoy segura de que transportará a más de uno a alguna vieja mañana de Navidad en la que recibieron el tan esperado juego. Y por si fuera poco, tenemos toda la música de cada una de las versiones de los juegos disponibles.
Sumado a esto, tenemos una sección con información sobre el lore y material no utilizado de estos juegos. Al final, también se cuenta con entrevistas a los desarrolladores donde comparten sobre la creación de estos juegos. Debo decir que este formato me recordó mucho a aquellos CD que solíamos comprar junto con revistas como Dokan y Minami cuando no había internet en todos lados; estoy segura que más de uno se siente igual que yo.
Conclusión
Esta colección de títulos es una excelente manera de volver en el tiempo con versiones fieles al contenido original sin perder un ápice del encanto que en su momento te cautivó. Un producto limpio y sin errores que afecten la experiencia del jugador.
Es importante mencionar que si no estás familiarizado con el género quizás no sea algo muy fácil de recomendar, ya que aun con el excelente trabajo hecho por Blizzard a la hora de traer de vuelta a la vida estos juegos, realmente no ofrecen nada novedoso. Más bien son un claro homenaje al pasado, y por esto resulta poco atractivo a los jugadores nuevos y, además de eso, una vez termines el juego no hay realmente algún logro extra o nivel adicional que te motive a volver a jugar.
Honestamente, me resulta difícil dar un veredicto sobre este juego. Me ha puesto en un dilema bastante grande, pues es un producto genial y muy bien pensado para los fans de los inicios de Blizzard Entertainment. Probablemente es un verdadero tesoro que van a disfrutar mucho y, si ese es tu caso, no deberías dudar en darle tu billetera al Tío Blizzard y hacerte con esta colección. No me cabe duda de que la vas a amar y tendrás varias horas de juego garantizadas.
Si por el contrario, no eres un amante del arcade o no te interesa la trayectoria de la compañía, quizás no te sientas del todo satisfecho con la Blizzard Arcade Collection. Aunque sin lugar a dudas Blizzard sabe cómo vender nostalgia y esta entrega cuenta con todo lo necesario para convertirse en una buena compra.
Esta reseña fue realizada en Windows PC. Esta copia de Blizzard Arcade Collection fue proporcionada por Blizzard Entertainment. Puedes consultar los criterios de puntuación aquí.