Con un legado de más de 50 años que abarca desde 1972 con Pong o en 1980 nadie puede ignorar el impacto cultural que han tenido los videojuegos en nuestra cultura, y sin duda alguna, una gran parte de este impacto, en especial para los jugadores de PC estuvo a cargo del desarrollador Blizzard. Los títulos estrella de la compañía, WarCraft, StarCraft y Diablo, han definido los géneros MMORPG, de estrategia en tiempo real y dungeon crawlers durante décadas.
Aunque Blizzard nunca ha sido el creador de un género,ha logrado adoptar ideas y sacar su potencial. Este es el caso de Diablo, que estableció el modelo de juego de rol de acción isométrico que sigue siendo el estándar. Diablo II fue, y sigue siendo, una obra maestra inigualable, pero Blizzard ha tenido problemas con la franquicia desde entonces. Y aunque Diablo IV no fue un éxito rotundo, consiguió recuperar a muchos jugadores a pesar de su accidentado lanzamiento.
En esta ocasión Blizzard nos trae la primera expansión de Diablo IV es Vessel of Hatred, la cual promete abordar muchas de las quejas que los jugadores han tenido con el juego base desde su lanzamiento.
¿Cuál es la historia?
La premisa de Vessel of Hatred es bastante simple y ya conocida. Al final de la campaña de Diablo IV y de la épica batalla contra Lilith, Nayrelle capturó la esencia sobrenatural de Mephisto en una Soulstone. Ha desaparecido con la Soulstone en las junglas de Nahantu y tu primera tarea es encontrarla.
Como todos los RPG de su estilo, el núcleo de Diablo IV y Vessel of Hatred es matar monstruos con armas y magia geniales, obtenidas como recompensa por matar a todos los engendros del infierno, con el ciclo de obtener equipo para poder matar a enemigos más fuertes para poder obtener un mejor equipo, repitiéndose casi infinitamente.
Nahantu
La estrella del espectáculo es la nueva región del juego, Nahantu, una densa jungla de múltiples capas y un desierto pintado de contrastes. En algunos lugares, Nahantu es exuberante, verde y llena de peligros. En otros lugares, es negra por la corrupción y cargada de maldad de Mephisto.
Nahantu cuenta con una nueva verticalidad en la selva, además de contar con una temática que genera una amplia gama de nuevas facciones enemigas habitadas por serpientes, cocodrilos e insectos en diversas combinaciones y distorsiones monstruosas. En una sección, las corruptas mazmorras en ruinas de Nahantu inspiran una nueva mecánica de búsqueda consistente en moverse por la oscuridad y encender lámparas que queman espíritus.
En general, Nahantu es una región llamativa que rellena el mapa de Sanctuary de forma interesante. Al igual que el juego base, está repleta de enemigos en cantidades a veces abrumadoras. Las batallas se convierten en una danza de movimientos, colores y efectos aunque es importante mencionar que este cambio es meramente visual, quien espere un cambio de ritmo se sentirá decepcionado. En su lugar, encontrarán nuevos monstruos creativos y un nuevo mundo maravillosamente peligroso.
¿Cómo es el gameplay?
Aparte de la región de Nahantu Vessel of Darkness introduce dos adiciones significativas al juego base. Spiritborn es una nueva clase inspirada en los chamanes, con artes marciales, doble espada y bastón. Además de ser atléticos y móviles, los personajes Spiritborn pueden invocar a uno de los cuatro animales Spirit Guardian: Ciempiés, Jaguar, Gorila y Águila, cada uno con un profundo árbol de habilidades y fortalezas específicas. Usando la Sala de los Espíritus, los hijos de los espíritus también pueden crear sinergias con los Guardianes de los Espíritus y asumir algunos de sus poderes.
El otro gran cambio que llega con Vessel of Hatred es la incorporación de los Mercenarios. Al principio de la campaña, los jugadores desbloquean la Guarida, que les permite contratar a uno de cuatro aliados: Raheir, Varyana, Subo y Aldkin. Aparte de Raheir, que se integra en la misión principal, cada mercenario tiene su propia misión secundaria necesaria para desbloquearlos. Naturalmente, cada mercenario tiene su propio árbol de habilidades y ventajas adicionales que se obtienen al pasar más tiempo al margen del jugador.
Todos los mercenarios son extremadamente útiles y viables en combate y la capacidad de poder emparejar nuestro estilo de juego personalizando al mercenario añade mucha profundidad.
Vessel of Hatred también trae nuevas actividades y contenidos para el final del juego, de los cuales los más divertidos son las nuevas mazmorras. Hay muchas, pero las mejores son sin duda La Ciudadela Oscura y Kurast Undercity. Se trata de mazmorras diseñadas específicamente para el final de Diablo IV, con la Ciudadela Oscura aportando nuevos y desafiantes encuentros con mecánicas un poco más complicadas que las del juego base. En esta mazmorra existe un loot especial de gran calidad que se puede ganar con una moneda especial, y nos dará accecso algunos cosméticos increíbles.
Kurast Undercity es igualmente brillante. Es una mazmorra que debe de ser completada en un periodo de tiempo limitado, con varias fases y desafíos ajustables que aumentan la calidad del loot que obtendremos.
Esta sección en particular se asemeja mucho a un roguelike en el sentido de que puedes complicar los recorridos para obtener mayores recompensas, lo que supone un desafío escalable a medida que aumentas tu poder con nuevo equipo. Ambas son fantásticas adiciones al contenido final de Diablo IV, y sin duda mantendrán ocupados a los jugadores empedernidos durante algún tiempo.
Cambios adicionales
Otros cambios añadidos al juego son un nuevo límite de nivel de 60, donde posteriormente los niveles serán Paragón (esta vez se reflejan en tu personaje, por ejemplo, alguien con nivel Paragón 40 aparecerá como nivel 100, pero con letras azules para denotar esta característica de Paragón) y una nueva mecánica de Runas que añade potenciadores y habilidades temporales a tu personaje, además de cambios en los ajustes de dificultad, nuevas habilidades de clase, glifos actualizados y un buscador de partidas mejorado.
¿Qué tal está el apartado gráfico y de audio?
En el aspecto técnico, Nahantu y el mundo de Sanctuary se ven simplemente hermosos, aunque por desgracia, las caídas de cuadros por segundo en el mundo abierto persisten, y parece que no serán corregidas en un buen rato.
Su dramática y exótica banda sonora y su furiosa acción pueden ser estimulantes además de que los efectos sonoros y ambientación musical encajan con la frenética acción en pantalla como es costumbre.
En el transcurso de nuestras partidas hemos encontrado algunos problemas, principalmente relacionados a la conexión del juego, la cual ha sido inestable en los días de acceso anticipado, además de que en un par de ocasiones, el juego se cerró por completo, todo esto en una pc de gama media. Afortunadamente, varios parches y hotfixes han sido lanzados a la brevedad y la experiencia de juego se ha estabilizado.
Si bien, la campaña principal de Vessel of Hatred es corta y puede completarse en alrededor de 5 horas, la narrativa, la historia, los personajes y la actuación son de primer nivel. La buena narrativa sigue siendo rara en el género, pero no aquí. Aunque un poco enrevesada, la epopeya del bien y el mal que Diablo lleva décadas contando sigue siendo convincente. Tanto que merece la pena vivir la historia de Vessel of Hatred sin spoilers; sin embargo, nuevamente queda una especie de “cliffhanger” al final, el cual apunta a otra posible expansión para concluir la historia.
En esta ocasión, la adición de las nuevas mazmorras y una nueva clase con un gran potencial para distintos builds hacen que el endgame de Vessel of Hatred sea de lo mejor que la franquicia ha experimentado en mucho tiempo, brindándonos nuevamente uno de los loops más adictivos en todos los looters.
¿Vale la pena Diablo IV: Vessel of Hatred?
Si ya eres un fan acérrimo de Diablo IV, uno de esos jugadores que van a las convenciones disfrazados de Mephisto o que llaman a su hija Lilith, hay mucho que amar en Vessel of Hatred. Si eres un escéptico que odia Diablo IV, no encontrarás nada nuevo que te haga cambiar de opinión.
La campaña, la nueva región, la nueva clase y la nueva mazmorra cooperativa de Vessel of Hatred amplían significativamente el atractivo y la profundidad del juego base. Si no disfrutas con el combate casi constante, frenético, a menudo estimulante y a veces agotador, Vessel of Hatred no te conquistará por muy impresionante que sea. La expansión contiene algunos de los mejores contenidos que ha lanzado el desarrollador y debería satisfacer tanto a los fans casuales como a los más acérrimos de Diablo IV.
Además, si te intimida Vessel of Hatred por que nunca has jugado algún título de la saga, te podemos confirmar que es casi inmediatamente accesible para los nuevos jugadores, ya que sólo tienen que jugar el breve prólogo del juego base. Hay un resumen de la historia para aquellos que lo necesiten.
Es por esto que DIablo IV: Vessel of Hatred es una recomendación segura para todos los fans del género.
Esta review fue realizada en PC. Esta copia de Diablo IV: Vessel of Hatred fue proporcionada por Blizzard Entertainment. Puedes consultar los criterios de puntuación aquí.
