Después de lograr un éxito esperado con dos títulos previos de la saga de Voice of Cards, el equipo integrado por el director creativo Yoko Taro, el productor ejecutivo Yosuke Saito y el director musical Keiichi Okabe nos trae una tercera entrega a esta saga, The Beasts of Burden, con nuevas mecánicas y una historia con temáticas más maduras y profundas que en los juegos anteriores, en la cual podría ser la mejor entrega de esta joven franquicia.
Un poco de Voice of Cards: The Beasts of Burden
En esta ocasión tomaremos el rol de Al’e, una joven de una aldea subterránea que lucha por proteger a sus habitantes de la amenaza de los monstruos. Los aldeanos han sido educados en la creencia de que estos monstruos no quieren otra cosa que exterminarlos por completo y, por desgracia, no pasa demasiado tiempo antes de que este evento ocurra de manera casi profética. Al’e logra sobrevivir a este evento gracias a la intervención de un misterioso y taciturno joven llamado L’gol, quien se une a ella para emprender un viaje en búsqueda de venganza contra los monstruos.
Posteriormente se les unirá Pulche, un científico que busca comprender mejor a los monstruos y la siempre alegre chica de circo Tralis; sin embargo, lo que comienza como una simple búsqueda de venganza toma algunos giros inesperados, revelando verdades ocultas a medida que las aguas, antes claras, se enturbian invariablemente.
¿Cómo es el gameplay?
Al igual que en las entregas anteriores, las mecánicas de juego de Voice of Cards: The Beasts of Burden se pueden describir como un JRPG por turnos con skin de juegos de cartas. La historia es narrada por un Game Master, similar a lo que ocurriría en una partida de dungeons and dragons, siendo la función de nuestra narradora colocarnos en el contexto y mundo, posteriormente veremos a nuestro personaje representado por una ficha en un tablero lleno de cartas, las cuales se irán descubriendo revelando el tipo de terreno, caminos o edificaciones y poblados con los que podemos interactuar, así mismo encontraremos cartas que representan a los NPC con los que conversaremos a lo largo del juego.
Conforme la narración de la Game Master progresa, se nos otorgaran una serie de objetivos principales a seguir para avanzar en la historia, estos nos llevaran a explorar cuevas, calabozos y ruinas llenas de monstruos. En algunas ocasiones la interacción con los habitantes del mundo nos otorga misiones secundarias, que, a diferencia de otros RPG, son muy sencillas y no requieren de mucho tiempo.
Los combates se realizan por encuentros aleatorios en todo el mapa, con excepción de los poblados, y se lleva a cabo por medio de turnos con cartas colocadas sobre una mesa de juego que representan a nuestro equipo y nuestros enemigos. En cada turno tendremos a nuestra disposición cartas de ataques, que pueden tener un costé de cristales, mismos que se acumulan de forma automática (de uno por uno en cada turno, o en cantidades más grandes con ayuda de ítems y habilidades), o ítems que pueden ya sea ayudarnos con la recuperación de nuestro equipo u otorgarnos alguna ventaja como cristales extra por turno.
En algunas ocasiones, nuestros ataques requerirán de efectuar un tiro con dados para lograr un efecto o daño adicional. Un aspecto importante a mencionar es que tanto nuestro como los enemigos que encuentres tienen afinidades elementales que pueden ser explotadas durante los combates una vez que sean descubiertas, permitiendo así efectuar ataques más efectivos cuando se usa un elemento al que nuestros enemigos sean débiles.
Una variación a las mecánicas de combate que ha sido introducida en esta entrega es la utilización de cartas de monstruo, adquiridas a través de la batalla o en una tienda específica. Estas cartas nos otorgan acceso a habilidades únicas a las que se puede recurrir durante los combates, que van desde hechizos ofensivos de todo tipo hasta movimientos de potenciación y debilitamiento de estado.
Estas cartas cuentan con un rango o nivel determinado por un valor de estrellas y se puede adquirir la misma carta de monstruo en un rango superior, lo que aumenta su potencia general y si obtenemos una carta de mayor valor, el juego automáticamente sustituye la carta inferior, ya que solamente se puede tener una carta por tipo de monstruo, añadiendo un elemento de estrategia a la hora de escoger nuestras habilidades de combate ya que cada miembro del grupo puede equipar un número limitado de cartas para llevar a los combates.
En las entregas anteriores los ataques y hechizos se obtenían automáticamente al subir de nivel y progresar la historia, marcando una diferencia importante en el sistema de combate.
Los calabozos de Voice of Cards: The Beasts of Burden cuentan con algunos acertijos ambientales que consisten en cosas muy sencillas como ordenar piezas de un puente de forma que ensamblen correctamente para cruzar un río de lava o descubrir un orden para presionar switches. Esto también es una adición a la saga, y aunque son acertijos muy sencillos, le dan un poco de variedad a un juego que para muchos puede resultar un poco repetitivo.
¿Qué tal está el apartado gráfico y de audio?
Al igual que las entregas anteriores, Voice of Cards: The Beasts of Burden, cuenta con un alto nivel de producción audiovisual. Las ilustraciones y detalles de las cartas de la mano de Kimihiko Fujisaka vinculan a la narrativa y dirección artística de una manera muy estética y orgánica, además que se agradece que no se hayan reutilizado tantas cartas como pasó en The Forsaken Maiden.
El director musical Keiichi Okabe nos otorga nuevamente piezas con melodías sencillas pero evocadoras y temas que resaltan las temáticas de cada zona y de lo que ocurre en el juego. Como es tradición de estos juegos, podemos seleccionar el idioma de la voz de la Game Master, aunque solamente se encuentran disponibles las opciones de inglés y japonés.
En ambos casos, la actuación es excelente, logrando un balance entre seriedad y emotividad cuando se requiere, rompiendo inclusive en algunos momentos el personaje para agregar un toque cómico.
¿Qué tal estuvo el desempeño técnico?
Al igual que los otros dos títulos de la saga, es un juego con requerimientos bajos que puede correr de manera estable y sin ningún problema aún en equipos de gama baja. Durante nuestra sesión de juego no encontramos ningún bug o error severo que afectara a nuestra experiencia de juego.
Hablemos de la Historia, dificultad y rejugabilidad
Sin duda alguna, uno de los sellos característicos de Yoko Taro es dar un mayor énfasis a la narrativa, siendo esta el aspecto más fuerte del juego, ya que, con su peculiar estilo, es capaz de contarnos una historia con comentarios sociales y Voice of Cards: The Beasts of Burden mensajes transmitidos que nunca caen en contextos “sermoneadores”, todo ello con una resolución madura y realista, llena de momentos esperanzadores y trágicos perfectamente balanceados, y un desarrollo de personajes que provocan que el jugador se preocupe por ellos a lo largo del juego.
La historia principal tiene una duración aproximada de 10 horas y como es costumbre en la saga, contamos con new game+, el cual nos permitirá enfrentarnos a nuevos jefes de alta dificultad, sin embargo y por desgracia, no hay mucho que hacer en esta una vez que llegamos al nivel máximo, salvo tratar de conseguir todas las cartas de monstruos del rango más alto, solo con el fin de lograr un 100% más que de cualquier posible funcionalidad que nos diera dentro del juego.
La dificultad en Voice of Cards: The Beasts of Burden es muy equilibrada, siendo realmente más cercana a una dificultad baja, ya que no requiere de mucho grind para subir de nivel, y las batallas, aun contra los jefes suelen ser relativamente sencillas, siempre y cuando juguemos bien nuestras cartas. Un aspecto que no se ha mejorado desde la primera entrega de la saga es la falta de una dificultad mayor para quienes deseen un reto más grande, aunque esto puede ser ya que, siendo la narrativa el aspecto más importante del juego, puede no considerarse necesario.
¿Vale la pena Voice of Cards: The Beasts of Burden?
Después de un tercer título en la saga no cabe duda que cada título de Voice of Cards es ligeramente más fuerte que el que le precede. Sin embargo, la mayoría de los problemas que ha tenido la saga, los cuales son mínimos persisten, como el hecho de que el tipo de juego, narrativa y aspecto visual no va resultar atractivo para personas ajenas al género de los RPG, ya que cuenta con las desventajas clásicas del género como repetición.
Dentro de los problemas específicos de la entrega podemos remarcar que la forma de obtener las cartas puede mejorarse, ya que en muchas ocasiones se resuelve por el azar. El juego transmite los temas de su historia con gran maestría, sorprendiéndonos en varios momentos con una narrativa que gira en torno al viaje de autodescubrimiento que emprenden sus cuatro jóvenes héroes centrales.
Mas allá de esto y de la poca rejugabilidad que tiene el juego después de terminarlo por primera vez, la narrativa y presentación son suficientes para considerarlo uno de los mejores juegos de rol del año, recomendado para los fans de Yoko Taro, las buenas historias y JRPGS clásicos.
Esta reseña fue realizada en PC. Esta copia de Voice of Cards: The Beasts of Burden fue proporcionada por Square Enix. Puedes consultar los criterios de puntuación aquí.
